sábado, 16 de octubre de 2010

El toque espiritual de la música electrónica




Isabel Ferrer | Palma

Se hacen llamar Tiá M 'Pisuke', Jordi M 'H1000VM', Jaume G 'AK47', Ginés F 'DR.HELL', Toni P 'LASER' y Calpurnio 'ERRORVIDEO' pero no vienen del espacio. Juntos, son el colectivo Neotokyo, un concepto artístico que surgió en el año 1998. La idea: cambiar de componentes cada cierto tiempo sin forzar a nadie a seguir en el grupo.

Sin guitarras ni voces, los miembros del grupo conciben bandas sonoras experimentales a medio caballo entre el rock y la electrónica. Unos acompañamientos musicales para películas inexistentes a los que añaden apoyos visuales cargados de significado. Dibujos del artista Max o gráficos de manga y japoneses acompañan sus actuaciones en directo. Amantes y apasionados del cine japonés, utilizan en sus composiciones cantos orientales o samplers de películas japonesas.

Deben su nombre a un filme de animación japonesa y la estética es una de sus máximas preocupaciones. Tanto la imagen como el efecto sonoro remiten a Oriente o al mundo manga. Así, les dan un toque espiritual a unas composiciones occidentales. Para Jordi, se trata de un homenaje a la pasión y al desconcierto de los sonidos orientales. Su propia manera de "quitarse el sombrero" aunque admite que es un estilo difícil de entender porque la mayoría proceden de otra cultura diferente de la oriental.

El público demanda una electrónica "más light" que permita mover los pies y con menos trasfondo. Por eso, confían en un circuito más abierto para difundir sus trabajos: "Existe un circuito a nivel nacional", puntualiza Jordi. Educar el oído y la mente son dos de los consejos que plantean al público para adentrarse en este tipo de música no convencional y llegar a más gente. Esta misma noche actuarán en el Museo Es Baluard dentro de la programación del Festival Neotokyo.

Partiendo de ideas minimalistas e instrumentales, sus composiciones se basan sobre todo en un gran trabajo de producción. Lejos del componente humano del ensayo musical, el grupo se 'reúne' a través del ordenador y de internet para poner en común sus ideas. Después, se ensaya igual que en cualquier otro grupo musical.

No obstante, Jordi reconoce que a través de la red han podido contactar con artistas de otros lugares para poner en marcha proyectos. En el escenario, también surgen nuevas ideas y conceptos. Con la autoedición han encontrado la libertad y la facilidad para editar Neotokyo en vinilo, Neotokyo en minicd, The wheel of future y más recientemente la colaboración con el ya desaparecido grupo Neosol.

Los espacios en los que podían presentar estos trabajos lejanos a la comercialización eran cada vez más reducidos y por esta razón el grupo decidió formar su propia asociación cultural homónima. De esta forma, han creado "el marco" y pueden optar a subvenciones para presentar sus proyectos. Cuatro ediciones del Festival Neotokyo les avalan y han participado en numerosos ciclos de música no convencional.

Conscientes de que no pertenecen a un género musical conocido se involucran en varios proyectos artísticos a la vez. Actualmente, Jordi está en cinco diferentes, Ginés toca en un grupo de rock and roll clásico y sus otros compañeros son unos devotos del grunge. Por ello, cuando se juntan su premisa es "desarrollar ideas tocando" y funcionando como colectivo artístico siempre están en constante evolución.

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