sábado, 5 de marzo de 2011

Atrapar el sonido antes de morir

JESÚS MIGUEL MARCOS / publico.es

Como si fuera un cowboy del viejo Oeste con su revólver, Karl Bartos saca su Mac de la funda y lo posa sobre la mesa. Primer mensaje: él portátil también va a hablar. Y es difícil no recordar, en ese instante, la legendaria The robots, tema popularizado a finales de los setenta por su banda, Kraftwerk, formación matriz de la electrónica del siglo XX. 

Bartos llegó ayer a mediodía a Madrid para participar, esta noche, en el festival REC, donde presentará su espectáculo Live Cinema, en el que mezcla música con imágenes inspiradas en el Absolute Film alemán de los años veinte. "La mayoría de las películas son narrativas, te cuentan una historia. Mi idea fue extraer fragmentos de películas, sin contar una historia", explica Bartos, y señala a la pantalla de su portátil, donde tiene metido todo su espectáculo: "Si ves esta secuencia, que está sacada de una vieja película, observas a un tío que va conduciendo por Londres. Pero no va a ningún sitio... No hay historia, es sólo él conduciendo". 

Bartos apunta alto. Lo que busca es provocar con imágenes las mismas emociones que la música con sonidos, una idea elaborada por Kandinsky a principios de siglo XX que le llevó al desarrollo de la pintura abstracta. "Kandinsky estaba fascinado por el efecto que la música tiene en la gente. Una melodía te puede hacer llorar y no sabes por qué. Y es sólo sonido. A través de la música no puedes decir que está lloviendo fuera, pero puedes emocionar. Es un lenguaje encima de otro lenguaje. Puedo tocar una melodía y puedes decir que es triste. Cuenta una historia, pero nadie puede decir exactamente qué historia", comenta el músico. 

La emoción de ver

Kandinsky intentó incorporar el tiempo a sus pinturas, pero sus teorías fueron desplegadas con mayor intensidad por el movimiento Absolute Film, concatenando imágenes abstractas que ahora le sirven de inspiración a Bartos para su espectáculo. "No puedo decir las emociones que producen, porque mi biografía visual y sonora es diferente a la del público. Cada cual lo experimentará a su manera", señaló el artista antes de confirmar que ha preparado vídeos especiales para algunos clásicos de Kraftwerk (y haciendo clic con el ratón reprodujo en su ordenador las imágenes de The Model).
 
Bartos habla de música desde lo que esencialmente es: la articulación de sonidos en el tiempo. Por eso dice que prefiere los conciertos y que en casa escucha poca música: "Ver a gente en el escenario tocando es música en su mayor expresión, porque no está grabada y cuando termina se muere. Nos transmite la idea de que somos contingentes, porque la música también es contingente".

Sorprende que un pionero de la electrónica rehúya la pregunta por la situación del género en la actualidad, sobre todo si lo hace refugiándose en Bach: "No podría decir qué tipo de música haría hoy, pero es la figura más importante. Bach integró el concepto de polifonía, el contrapunto... Hoy no escucho música electrónica. Tengo la impresión de que la música se está volviendo como lo que quería hacer Erik Satie, en música de fondo".

Sabiendo que es un gran seguidor de los Beatles, ¿qué éxitos pop recientes le han gustado? "No los escucho. La última obra que me emocionó fue un ballet de Nureyev en Hamburgo".

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