lunes, 26 de septiembre de 2011

Los Pilotos: Hacia la meta electrónica




Autor: EDUARDO TÉBAR / efeeme.com

Es la dupla silenciosa de Los Planetas. Pero a ellos se deben, en gran parte, las texturas cósmicas de la banda granadina. Florent lleva varios años recorriendo cabinas con su maleta de música electrónica. El guitarrista fundador del grupo mecenas del indie español comparte con Banin la curiosidad por los sonidos sintéticos. Poco a poco, el ritual de evasión doméstica ha derivado en algo más grande. Ya sabéis: una tarde que se evapora acertando aparataje del kraut-rock, una noche inmersos en los difusos tejidos de Spacemen 3. La cultura del sello Warp, los misterios de una cadena creativa que hoy representan alumnos empollones como Dan Deacon o Animal Collective. Así surgen Los Pilotos. Como el Brian Eno de “Música para aeropuertos”, Florent y Banin ponen banda sonora a circuitos de carreras imaginarios. Sin presiones.

Sin prebendas comerciales ni el yugo de trabajar para una marca consagrada. Psicodelia electrónica desde la perspectiva de dos veteranos del pop. El disco homónimo que publica El Volcán el 27 de septiembre –con edición limitada en doble vinilo– será reinventado en directo con un montaje de impacto visual.

¿Qué tal los ensayos en la sala Planta Baja este verano?

Banin: Estamos preparando el directo y nos damos cuenta de que la gente que hace música electrónica trabaja de una manera completamente distinta. Ellos usan desde el principio programas como Ableton, que nosotros vamos a utilizar ahora. Eso nos abre posibilidades para plantear un concierto único cada noche. Que no sea reproducir el disco tal cual. Donde toquemos, queremos ofrecer un espectáculo muy bien preparado.

Llevamos proyecciones y una pantalla en relieve que hace efectos reales en 3D, con diferencias físicas entre una imagen y otra. Para eso necesitaremos ir a sitios acondicionados para un show así. Repetir el disco sería un fraude para el público y un aburrimiento para nosotros. Sería como un playback.

Trataremos que cada noche sea una reinterpretación de las canciones.

Florent: Pero no vamos a tirarnos a la carretera como un grupo de rock.

Entiendo que el trabajo de Los Planetas será cada vez más espaciado en el tiempo, ¿no?

Banin: Sí. Javier Liñán [director de El Volcán] es una persona inteligente, sabe ver las cosas. Supongo que se da cuenta de que Los Planetas tienen una trayectoria larga y que ya no podrán sacar un disco cada dos años.

¿Es un suicidio lanzar un álbum instrumental en los tiempos que corren?

Banin: La pretensión es pasárnoslo bien. Así se lo dijimos a Liñán. Es una propuesta minoritaria. No obstante, supongo que Liñán vio algo atractivo en Los Pilotos. Vio que podemos funcionar.

Florent: Bueno, para empezar, Javier Liñán está un poco loco [carcajadas]. Pero tiene una visión que le permite apostar por discos que luego se convierten en representativos de un momento dado. No quiero decir que el nuestro vaya a suponer una cumbre o una revolución. ¡Ojalá! Por ejemplo, él apostó por Los Planetas.

Supongo que el origen de Los Pilotos está en tus sesiones como Florent y Yo.

Florent: Mis sesiones van del rock más clásico y el pop actual más enérgico hasta la electrónica y la música de baile. Siempre he tenido esas dos vertientes. Suelo variar la sesión según el tipo de público de la sala. Esos conocimientos musicales no te los proporciona la guitarra. Se trata de construir un tema partiendo de una base. Buscar un groove que te atrape.

No toda la música electrónica tiene por qué ir dirigida a la pista de baile. En el mundo del rock se tiende a pensar que la música electrónica es bakalao.

Ya, música funcional.

Florent: Sí, pero además es música vacía de contenido y muy fácil de hacer. Los mismos prejuicios que existían con el rock, cuando se consideraba música del diablo que pervertía a los jóvenes, se dan en la electrónica. A menudo se reduce al cliché nocturno, se toma como simple evasión. Por supuesto, hay una gran música de baile que va dirigida a cubrir ese hueco. Pero también tenemos otra música electrónica muy arriesgada y bastante difícil de asimilar. Lo que más me llama la atención es por qué hay gente que crea este tipo de música. Me pregunto por qué hacen este tipo de canciones, este tipo de texturas.

¿Cómo lo hacen? Siempre me ha perseguido esa curiosidad. Son creadores jóvenes en un entorno underground. Es música desconocida, que no sale en ningún lado y a la que solo accedemos los que investigamos. Yo me inicié a principios de los noventa: la época de Aphex Twin. Era electrónica inglesa. Una explosión con nuevos géneros. Sin embargo, poca gente del rock se arrimaba. Yo me enganché enseguida. Me atrae mucho la psicodelia y la conjunción de sonidos que generan estados.

Vuestra visión se acerca más a la generación de Neu! y Can.

Florent: Este disco es un humilde homenaje a mucha gente que trabajó estos sonidos en la sombra.

Banin: Gente sin reconocimiento y que para nosotros es muy importante. Mucho más que otros que triunfaron por tener el músculo social más desarrollado. Apreciamos la singularidad de talentos únicos como Sonic Boom o Michael Rother. Nunca llegaron al gran público, pero su influencia en la música es tremenda.

Florent: Quizá nos acercamos porque mezclaban baterías, bajo, guitarras y los sintetizadores que surgían en aquella época. La música iba muy pegada a los elementos que aparecían en aquel momento, como los primeros Moog. Hoy ocurre algo parecido. Las herramientas condicionan mucho la música.

Banin: Se nota muchísimo que a medida que cambian los equipos, el sonido de sus discos va variando.

Florent: La base de guitarra, bajo y batería es muy clásica. Usas los pedales según te sientes más cómodo.

En cambio, la electrónica es mucho más abierta. Mi inquietud por estos dos mundos siempre estuvo ahí. Me ayudó que Banin se empezara a interesar con el tiempo por grupos como Animal Collective, que tienen una base electrónica pero lo que hacen no deja de ser pop. En la música electrónica todo vale una vez que coges una caja de ritmos. Nosotros utilizamos la música electrónica para crear melodías y ofrecer un punto de vista muy subjetivo.




Vaya, que Los Pilotos es básicamente un grupo de pop.

Banin: El disco de Los Pilotos es completamente pop. Desde la música hasta la portada. Nuestros intereses se pueden ver en nuestra página en Facebook.

Florent: Hay baterías, guitarras, sintes… Solo faltan cantantes solistas y letras.

Una evidencia sí que ponéis fácil: es un buen disco para conducir.

Banin: La canciones están muy basadas en imágenes. Son muy evocadoras.

Florent: Al no tener un cantante ni un mensaje definido en el centro de la canción, la música es la protagonista en sí misma. Cuando pongo el disco en el coche, me quedo absorto con el paisaje. Hay un trance de imágenes. Creas tu propia sugestión.

Banin: La idea del viaje la teníamos clara desde el principio. Es como la historia de unos pilotos que recorren circuitos alrededor del mundo. Por eso hay canciones con un aire más oriental u otras más sudamericanas. El componente hipnótico propicia que cierres los ojos y te pierdas en la música.

Florent: Eduardo Guillot me dijo que flipó escuchando el disco en un viaje de vacaciones en el coche.

El desenfreno instrumental ya lo probasteis en “Los Planetas se disuelven”.

Banin: Esa parte flotante es la que más nos interesa a Florent y a mí. Sobre todo por su fuerza visual. En este disco hemos podido dar rienda suelta a todo eso.

¿Hablamos de electrónica del siglo XXI?

Banin: No estamos en ninguna escena. Miro ese cartel [señala el programa del Circus Nation Festival] y solo conozco a 2 Many Dj’s. Eso no me interesa.
Florent: Son carteles enfocados a la pista de baile. Son más productores que músicos. Cogen un ordenador y hacen temas sin tener ni puta idea de música. Y esos temas son pelotazos.

Nuestro camino no va por ahí. Venimos del mundo del pop y del rock. Nuestra cultura musical trasciende y se refleja a la hora de componer. La electrónica vivió un boom a finales de los ochenta, cuando dejó de ser underground. Lo cool era irte a una rave, donde estaban las drogas. El mundo del rock entró en decadencia. Sonaba siempre la misma música en los mismos bares, de los que no salías. Desplazarte a una nave en el campo suponía una aventura personal. ¿Lo malo? Cualquier fiesta acaba por terminar tarde o temprano.

Lo queda es un resacón. Festivales como el FIB aproximaron el rock a la electrónica. El mismo día tenías a Chemical Brothers o a Orbital, así como a dj’s que pinchan esa música. A partir de ahí, bandas como Franz Ferdinand hacen esa simbiosis de guitarras y música de baile. Una tendencia que creo que ya está un poco quemada.

Banin: No sabemos si la electrónica tiene futuro. Recorremos este camino por las posibilidades que nos ofrece la tecnología. Cualquier disco de pop de hoy en día tiene detrás muchísimo trabajo de ordenador y de edición. Esa música se trabaja exactamente igual que la electrónica. Con los mismos conceptos y con las mismas ideas desde el punto de vista técnico. La electrónica en sí se nos quedaría corta para los intereses musicales que tenemos. También nos atraen las bandas sonoras, el lounge, el rock y el pop.

¿Y cómo repartís los papeles?

Banin: Los dos hemos tocado de todo.
Florent: Yo he metido teclados, algo que nunca había hecho.

Banin: Cada uno trabaja ideas en su casa. Son ideas desarrolladas, pero abiertas para que el otro ponga el broche final. Luego lo consensuamos todo en el estudio. Los colaboradores han conseguido llevar los temas a otro plano. Fue lo que sucedió con Zeke [Ezequiel Olmo, percusionista y batería], que vive muy cerca del estudio, en Peligros. Le pasamos discos que nos apasionan y cada vez venía más a vernos. Al final grabó un montón de cosas. Muchas ideas surgieron allí con Carlos Díaz, que es quien nos ha echado una mano en la producción y en las mezclas. Afloró la creatividad. Gracias a esas ayudas, el disco fue creciendo.

¿Quedó mucho material fuera?

Banin: Solíamos reunirnos en mi casa con Miguel [Martín, multiinstrumentista de Lori Meyers y backliner habitual de Los Planetas]. De esas sesiones quedan diez o doce canciones que no llegaron a ninguna parte. Nos movía un sentido lúdico de juntarnos y pasarlo bien sin la presión de tener que sacar un disco. La finalidad era divertirnos.

Los Pilotos empiezan a tener formar a partir de una petición que le hicieron a Florent por parte de la sala Pop & Dance de Madrid –antigua Ya’sta– para una sesión de Dj con guitarra. Me llamó porque había escuchado las cosas que tocaba en casa. Decidimos juntar las ideas de los dos. Preparamos una base para improvisar encima.

Tardamos unas dos semanas en crearla. El concierto salió regular porque en la discoteca no tenían equipo. Pero fue gente a la que le gustamos, como Gerardo Cartón, director de PIAS. Eso nos animó.

Luego repetimos en Granada con After After Hours, el grupo de Marc y Belly de Dorian. Ahí vinieron amigos cuyo criterio respetamos mucho. Las sensaciones fueron muy buenas. Nos dimos cuenta de que algo estábamos haciendo bien.

En realidad, lo queríais sacar la pasada primavera.

Banin: Le pasamos las maquetas a Javier Liñán y nos dijo que nos metiéramos en el estudio a grabarlo. El disco hubiera salido en mayo si no fuera por problemas que tuvimos de mastering. Primero se lo pedimos a una chica inglesa con un currículum impresionante, Mandy Parnell. Ha masterizado discos de rock, de pop y de música electrónica. Discos de Chemical Brothers, Teenage Fanclub o Calexico. Queríamos que nuestro disco preservara la parte orgánica. Al final nos salió rana. Solo masterizó seis canciones. Tres estaban muy bien y las otras tres estaban muy mal. Le escribíamos y tardaba dos semanas en contestar. Se comprometía, pasaban los días y no hacía nada. Al final la llamamos para decirle que no íbamos a currar con ella. Recurrimos a Xavi Alarcón, de Barcelona, con quien ya hemos trabajado otras veces y en quien confiamos. Eso lo retrasó todo.

El disco estaba mezclado en abril.

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