La cantante, acompañada por su hija y un grupo de unas seis personas, pasaron buen rato viendo las curiosidades.
Omar Magaña / Guadalajara, México (07 de diciembre de 2007).- Björk paseó ayer por dos mercados de Guadalajara: el Corona, en el que hizo "shopping" esotérico, y el de San Juan de Dios, en el que bebió jugos frescos junto a su hija, Isadora.
Alrededor de las 13:40 horas, salió ayer de su hotel ataviada con un vestido color morado y mallones negros, y poco maquillaje en su rostro.
Björk tomó un taxi y solicitó que la llevaran al Centro Histórico; la idea era primero dar una vuelta por la plaza Guadalajara, ubicada en el subterráneo frente a Catedral, y de allí pasar al principal recinto religioso de la metrópoli.
Al pasar por el Mercado Corona, sin embargo, el ajetreo y el mundo de cosas que allí se venden llamaron su atención, y dijo al taxista que prefería descender en ese sitio.
La islandesa fue conducida hasta el segundo piso,
en el que los expendios de carne y pollo se mezclan con los aromáticos puestos de hierbas curativas y las vistosas galerías de santos, velas y pociones.
Ella y un grupo de unas seis personas que la acompañaba pasaron buen rato viendo las curiosidades, y ahí fue donde le compró a su hija una hada élfica, con valor de 200 pesos. También consiguió un dije de la Santa Muerte, que tiene un precio de 30 pesos.
Justo en el puesto de enfrente, en la Herbería Santa, adquirió una vela aromática en forma de trébol.
"¿Cómo dices que se llama?", preguntaban los dueños de los expendios a los fotógrafos que la seguían.
"¿A poco es la que va a cantar en la Barranca de Huentitán; sí, había escuchado algo de eso", contestaban después de que se les daban algunas referencias.
Luego, Björk y su gente caminaron el tramo que divide el Corona del Mercado Libertad o San Juan de Dios, en éste compró un jugo de betabel con naranja y un apio, para ella y sus acompañantes.
"¿Tenéis un poco de apio?", preguntó la cantante en español.
Para su hija, pidió una manzana dura, pero no hubo; así que, mientras la atendían, Björk le cantaba una canción.
Después de las 16:30 horas, Björk salió del mercado y abordó de nueva cuenta un taxi de sitio, que la llevó de regreso a su hotel.
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