Guanajuato / Notimex.-
En su participación en el 38 Festival Internacional Cervantino (FIC) , el colectivo MUTEK ofrece una serie de conciertos, la víspera tocó el turno de Caribou y The Field, que se presentaron en el parque de béisbol Aguilar y Maya.
Daniel Victor Snaith -conocido como Caribou- y su agrupación fueron los primeros en salir al escenario con un par de baterías, una caja de ritmos, pedales, un teclado, dos guitarras y, por supuesto, sintetizadores, recursos que permitieron alterar los sentidos de los cientos de jóvenes que no dejaron de moverse ni un instante.
El músico canadiense va más allá de los sonidos de la música electrónica, su propuesta es rica y diferente en cada melodía.
Podría decirse que en el universo de fusiones musicales, las baterías y las guitarras de Caribou tienen una vinculación más cercana al math rock, el cual evidentemente se complementa con una base electrónica que lo hace enormemente atractivo.
El contratiempo de la batería se une con una serie de 'loops' que, a su vez, se vinculan con otras sonoridades.
'Odessa' es el reciente material de este músico canadiense, quien compartió con el público temas como 'Sun', 'Kaili' y 'Bowls', los cuales prendieron al público, que desde el primer momento se vinculó con lo que pasaba en el escenario.
Destacó la velocidad y habilidad del baterista, quien incluso llegó a producir ritmos, que generalmente se hacen a dos manos, con una sola baqueta.
Con un ambiente encendido, el turno fue para The Field, quien inundó el parque de béisbol con su enfoque neo-trance que lo ha colocado en una posición envidiable dentro de la comunidad musical electrónica.
Su participación estuvo llena de 'loops' alucinantes que se repitieron y crearon una atmósfera excitante y vigorosa.
Axel Willner, el verdadero nombre de The Field, realizó un recorrido musical por sus diferentes creaciones que se sumaron al entusiasmo del público, lo que permitió llevar el concierto ya entrada la madrugada.
Este viernes 22 de octubre será el turno de Deadbeat, Paul St.
Hilaire y Moderat, mientras que el sábado 23 estará The Modern Deep Left Quartet.
El músico canadiense va más allá de los sonidos de la música electrónica, su propuesta es rica y diferente en cada melodía.
Podría decirse que en el universo de fusiones musicales, las baterías y las guitarras de Caribou tienen una vinculación más cercana al math rock, el cual evidentemente se complementa con una base electrónica que lo hace enormemente atractivo.
El contratiempo de la batería se une con una serie de 'loops' que, a su vez, se vinculan con otras sonoridades.
'Odessa' es el reciente material de este músico canadiense, quien compartió con el público temas como 'Sun', 'Kaili' y 'Bowls', los cuales prendieron al público, que desde el primer momento se vinculó con lo que pasaba en el escenario.
Destacó la velocidad y habilidad del baterista, quien incluso llegó a producir ritmos, que generalmente se hacen a dos manos, con una sola baqueta.
Con un ambiente encendido, el turno fue para The Field, quien inundó el parque de béisbol con su enfoque neo-trance que lo ha colocado en una posición envidiable dentro de la comunidad musical electrónica.
Su participación estuvo llena de 'loops' alucinantes que se repitieron y crearon una atmósfera excitante y vigorosa.
Axel Willner, el verdadero nombre de The Field, realizó un recorrido musical por sus diferentes creaciones que se sumaron al entusiasmo del público, lo que permitió llevar el concierto ya entrada la madrugada.
Este viernes 22 de octubre será el turno de Deadbeat, Paul St.
Hilaire y Moderat, mientras que el sábado 23 estará The Modern Deep Left Quartet.
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