“El set se hace sí o sí. Si no hay aviones, voy en auto”. El textual corresponde a Zeta Bosio, quien esta noche está programado en la discoteca Gala como dee jay, un trabajo honesto en el que quiere progresar. “Aprovecho la entrevista para prometer material inédito en el registro música electrónica. Mi deuda en el asunto es producir”, completa el ex Soda Stereo, quien jamás forzó un destino como músico o líder en otra formación.
La pregunta frecuente cada vez que uno tiene a Zeta disponible es por qué. “El artista tiene que confiar en su instinto y no caer en lugares comunes. Como músico e integrante de una banda de rock, he logrado lo máximo que puede anhelar cualquier latinoamericano. Formé una banda que es leyenda viva. Necesitaba reinventarme en algo que me mantuviera entusiasmado”, contesta.
Luego revisa: “Empecé con un sitio para bandas (Proyecto Under), de ahí me armé un sello independiente (Alerta) y, como no funcionaba, generé las condiciones para el programaRockRoad , donde hago informes desde los festivales internacionales de rock”. Zeta revela que fue en ese contexto festivalero que se entusiasmó con una nueva electrónica que tenía una actitud rabiosa, muy punk. “Mientras las bandas caían en lugares comunes, 22 la electrónica era original, explosiva. Vi que se me abría una puerta para empezar a expresar cosas”, redondea.
La cuestión no fue simple: “Primero le tenía que agarrar el tiempo a la pista. Sobre todo, por respeto a gente que hace 30 años que está en el asunto. Pasar música es un arte. No podía irrumpir en esa escena y en seis meses sacar un disco. Elegí ser paciente, agarrar las pistas y, de a poco, moverlas de acuerdo a mi intuición. Y hoy ya sé qué música me representa. Me queda producir, crear algo inédito que me identifique”.
–¿Y qué necesitás para poner manos a la obra?
–Tiempo. Tengo poco tiempo para encerrarme en estudio. Estoy sacándome de encima una mochila muy pesada, y eso no me da tiempo ni la tranquilidad mental para poder trabajar.
–¿Qué mochila?
–Me estoy desprendiendo de viejas estructuras. Cerré Alerta el año pasado. Me cansé de trabajar para otros artistas. Era mucho trámite sin retribución porque, cuando un artista crecía, me abandonaba. Fue el caso de Dread Mar I o Azafata. Los chicos consiguieron un relativo éxito, y se nos fueron a otras discográficas. También cerré Otro Planeta, la productora que hacíaRockRoad, pero el programa seguirá en el aire.
¿La gira maldita?
En los últimos meses, en toda entrevista con rockero redimido que quiere evitar recaída salta el caso Cerati. Se dice que nadie quiere terminar como él, hecho pedazos luego de exigencias terribles como la reunión de una banda paquidérmica. Palo Pandolfo le dijo a Rolling Stone que no corporizaría a Don Cornelio para no replicar la experiencia Soda de Gustavo. Y días atrás, Gustavo Cordera le expresó a VOS algo similar. Se asocia al tour “Me verás volver” con una picadora de carne. Zeta refuta esa idea: “Contrariamente a lo que se piensa, el tour fue un remanso en nuestras vidas. Además, para lo que eran las giras de Soda, resultó corta. 22 conciertos, cuando en el pasado hacíamos 44 o más. Eso sí es matador”.
“Con sus proyectos, a Gustavo se le hacía complicado girar. Eran movidas con limitadas y había que remarlas; sin dudas, le resultaba más relajado tocar con Soda más allá de la exposición y de tener que hacerle frente a consideraciones malintencionadas como que volvíamos por plata. Si hubiera sido por la plata, hubiéramos vuelto mucho antes y hubiéramos seguido después”.
–¿Cómo sobrellevás lo de Gustavo?
–Los que estamos en la periferia tenemos que rezar. Los que están en su círculo íntimo tienen que afrontar una batalla dura cada día que pasa. Hay que mantenerlo estable, sano… Tiene que hacer sus ejercicios. Para quienes lo vemos cada tanto, debemos energizar a esas personas del círculo íntimo y esperar que llegue esa buena noticia que tarda mucho en llegar.
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