Agencia: EFE
"Herrero y fatigas" ha sido el nombre elegido por los
murcianos de Klaus&Kinski, conocidos por el eclecticismo sonoro que
caracteriza su carrera, para titular su tercer álbum de estudio, que
describen como un disco con forma electrónica y pop de fondo.
"El
sambenito de eclécticos no nos lo vamos a quitar", confiesa en una
entrevista con Efe el principal impulsor del proyecto, Alejandro
Martínez, aunque matiza que en esta entrega se han centrado en "ciertas
líneas maestras de estilo" que les hacen "más reconocibles".
Uno
de estos pilares es la música electrónica construida a base de
sintetizadores, que combinan en "Herrero y fatigas" con su faceta "más
etérea y ambiental", en la que cobra una importancia decisiva la voz
"lánguida y dulce" de su vocalista, Marina Gómez.
El uso de la
cuerda también ha ganado fuerza, con la incorporación de una violinista a
la banda, en un disco elaborado para suceder a "Tierra, trágalos"
(2010), con el que recorrieron festivales como Contempopranea o Lemon
Pop.
En este sentido, Martínez describe a los integrantes de
Klaus&Kinski como músicos "muy desprejuiciados" que afrontan las
incursiones en géneros como la habanera o la canción popular flamenca
obedeciendo a sus propias "pulsiones", sin tener en cuenta los "clichés y
límites" que se autoimponen otras formaciones.
"La gente está
acostumbrada a que salgamos con cosas poco ortodoxas dentro del pop
rock", sostiene antes de recordar que su objetivo es alcanzar una
personalidad tan fuerte que sea capaz de homogeneizar todos los estilos
que practican, como hicieron en su día The Beatles o The Cure.
A
pesar de ser encasillados por los medios y el público dentro del género
"indie", Marina Gómez dice no sentirse "parte de nada" y añade sin
tapujos: "La mayoría de estos grupos nos parecen una mierda".
Alejandro
Martínez, por su parte, reconoce que se ha perdido la esencia de este
movimiento, siendo cada vez más "permeable" la frontera que lo separa de
la radio fórmula. "Quedan los rasgos, las formas académicas", admite.
Su
carencia de prejuicios se refleja también en el título de canciones
como "Mengele y el amor", en las que practican un "humor negro" del que
se sirven únicamente como recurso literario.
"Necesitas
interconectar situaciones y pensamientos que den lugar a un plano más
trascendente", comenta Martínez, encargado de componer todas las letras.
Como
adelanto de "Herrero y fatigas", Klaus&Kinski publicaron
recientemente el videoclip de "Ojo por diente", en el que muestran la
aburrida cotidianeidad de un matrimonio. "No tengo nada en contra del
matrimonio conceptualmente -matiza su cantante-, pero las bodas me
parecen un alarde de horterada bastante prescindible".
Aunque su
trayectoria musical ha recibido muy buenas críticas, sus componentes
siguen manteniendo trabajos paralelos. "La lucha diaria es la de
intentar profesionalizarse", señala Martínez, quien lamenta la
"inestabilidad permanente" en la que viven.
"Independientemente de
que el disco sea mejor o peor, la situación es peor", recuerda Gómez
sobre la dificultad para concertar directos en medio de una coyuntura
económica negativa.
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