lunes, 8 de noviembre de 2010

Explorar el cuerpo sin límites, propuesta de la Compañía Marie Chouinard


La obra fue creada en 2005 para la Bienal de Danza del Festival Internacional de Venecia, ItaliaFoto cortesía FIC

Fabiola Palapa Quijas/La Jornada
Imágenes sensuales y eróticas, el cuerpo humano en toda su expresión, figuras distorsionadas y sostenidas por muletas, bastones y arneses, acompañadas por las Variaciones Goldberg, del compositor Glenn Gould, integran el espectáculo bODY-rEMIX, de la coreógrafa canadiense Marie Chouinard, donde explora los sufrimientos que impone la danza clásica.

La Compañía Marie Chouinard llegó a la edición 38 del Festival Internacional Cervantino (FIC) con una propuesta atrevida a manera de performance: cuerpos se fragmentan al tiempo que la música es interpretada de forma nada convencional, pues incorpora gruñidos, jadeos y suspiros.

Chouinard juega con los cuerpos de los bailarines, quienes al compás de la música y sonidos electrónicos comienzan a desplazarse con torpeza; algunos cojean por el escenario y todos calzan en un pie la zapatilla de punta y el otro va descalzo.

En este experimento de sonidos y movimiento los bailarines muestran virtuosismo y fuerza física al tener que moverse con pequeñas muletas y bastones, pero el dolor queda en evidencia a través de su respiración.

Geografías
Fundada en 1990, en Montreal, por Marie Chouinard, la compañía exhibe en cada cuadro dancístico cuerpos geométricos, semidesnudos, cubiertos con vendas, que logran extenderse con la ayuda de prótesis y muletas, instrumentos que afectan el movimiento del cuerpo pero que la coreógrafa emplea para dar mayor libertad al bailarín y crear un ser fantástico.

En esta nueva geografía del cuerpo de la coreógrafa canadiense no hay límites. En el escenario pasa una mujer con miniaturas de muletas, se arrastra como pez y produce sonidos extraños a través de un micrófono que lleva en la boca.

En otro momento, dos mujeres comparten una pierna: están entrelazadas por una venda blanca y realizan movimientos delicados de ballet, mientras en el fondo del escenario otro bailarín se desliza en una especie de patineta negra.

bODY-rEMIX revela la imaginación de Chouinard y su obsesión por crear belleza con el cuerpo, incluso con la repetición de pequeños movimientos que podrían parecer poco estéticos, como cojear.

Al emplear accesorios como arneses y prótesis, los bailarines logran distorsionar sus cuerpos hasta hacerlos parecer máquinas y seres fantásticos, que incluso recrean la ilusión de volar con sólo extender sus brazos.

Resulta fascinante ver los desplazamientos de los músculos esculpidos; la capacidad atlética que tienen para crear un baile sensual y erótico en el aire.

En el espectáculo, donde queda implícita la sensualidad del cuerpo, un hombre al que un palo le sobresale de la entrepierna golpea la barra de una estructura metálica y produce sonido con movimientos de la pelvis.

La obra fue creada en 2005 para la Bienal de Danza del Festival Internacional de Venecia, Italia. Está compuesta de dos actos en los que Chouinard convierte a los bailarines en instrumentos de música.
bODY-rEMIX se presentó el jueves pasado en el auditorio del Estado de Guanajuato dentro del Festival Internacional Cervantino, que concluyó este domingo.

No hay comentarios: