miércoles, 28 de septiembre de 2011

Sordos brasileños bailaron música electrónica



Cientos de sordos brasileños se reunieron en el Museo de Arte Moderno para celebrar por primera vez en el país la fiesta para los sentidos, Sencity.

A pesar de no escuchar la música, una plataforma vibratoria hacía sentir desde la punta de los pies los sonidos graves y los golpeteos de las canciones, lo que permitió que las personas siguieran el ritmo.

La fiesta se basa en fomentar sensaciones en los deficientes auditivos, con la emisión de aromas junto al humo blanco o incluso a través de un colchón de hojas de pino esparcidas por todo el piso del sector de bebidas, donde también se podía degustar comida creada especialmente para estimular el paladar.

En otro espacio, varios participantes se reunieron para conversar, moviendo vigorosamente sus manos, mientras se proyectaban videos con mensajes de integración social en las paredes del museo.

Fotografías sentidas La fundación Ojos Que Sienten, en México, enseña a los invidentes cómo expresar en fotografías lo que perciben a su alrededor. Para ello, los alumnos usan sus otros sentidos, como el oído, el tacto, el olfato o el gusto para seleccionar a sus modelos y crear imágenes con ayuda de cámaras digitales.

El calor del sol les ayuda a colocarse para usar mejor la luz. Tocan una flor antes de fotografiarla para sentir su forma, escuchan el silbido del viento por las ramas a fin de ubicar un árbol. Además, piden a la gente que les hablen con el objetivo de calcular dónde poner la cámara. Si escuchan las voces arriba, la ponen sobre la frente, si las escuchan abajo, la ponen en el pecho.

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