Autora: Norma Domínguez / swissinfo.ch
Christoph Müller, el integrante suizo de Gotan Project, acaba de presentar el último CD del grupo, ‘Tango 3.0’, en Buenos Aires. El más joven del trío recibió a swissinfo.ch en un hotel porteño, y con mucho humor y profesionalismo, contó su historia cargada de vida, melodías, creaciones y tango… electrónico.
Empezó a componer a los 16 años y antes de cumplir los 20 ya celebraba su primer éxito con Muhammar (dedicado a Gaddafi), en una época en la que todavía se consideraba un ‘purista’ de la música electrónica.
Christoph Müller se ríe cuando se le pregunta qué hace un suizo de Basilea en un grupo tanguero. El tango, dice, “es como una mujer”.
Christoph Müller se ríe cuando se le pregunta qué hace un suizo de Basilea en un grupo tanguero. El tango, dice, “es como una mujer”.
swissinfo.ch: ¿Se consideraba entonces un pionero de la música electrónica?
Christoph Müller: ¡Sí, claro! Uno de mis
grupos tuvo éxito en Suiza y en otras partes de Europa. Se llamaba Touch
El Arab y tuvo como un ‘hit’ en el 1987 con Muhammar. Hay una
anécdota muy divertida porque el tema estaba ‘dedicado’ a Muhammar
Gaddafi , como criticándolo, pero en chiste. Y hace un par de años
resurgió un poco con el conflicto que tuvo Suiza con Libia.
swissinfo.ch: ¿Se inspiró en algún grupo?
C.M.: Claro. Front 242 era de mi época y eran ídolos, como una inspiración.
swissinfo.ch: ¿Cuándo se estableció en París?
C.M.: Después de pasar por Barcelona y Londres. En
París conoció a Philippe (Cohen Solal), el francés de Gotan, y en 1995
empezamos a trabajar juntos. Y siempre estaba nuestro proyecto, muy
‘underground’. Formamos The Boyz from Brazil (1997), como la película,
pero nos pasó que nos parecía que de Brasil no salía música de Club.
Salía música excelente pero no para bailar en los clubes del lenguaje
electrónico.
swissinfo.ch: ¿Marcharon a la par de los avances tecnológicos?
C.M.: Para nosotros fue natural. Pasar de ‘The Boyz…’
al tango electrónico fue un paso. Y el tango llegó en la persona de
Eduardo Makaroff, que es argentino y vive en París como nosotros.
swissinfo.ch: ¿Cómo fue esa llegada del tango?
C.M.: Quería hacer algo con el tango y nos pusimos a
pensar qué podíamos crear los tres que no fuera comercial. Lo
interesante del desafío era que había muy pocas referencias en el tema.
Algo de Piazzola, un tema de Grace Jones. Muy poco...
swissinfo.ch: ¿Cuál fue el primer tema?
C.M.: El tema de Piazzola Vuelvo al Sur, que
fue un poco una base. Porque en ese momento todavía no podíamos
componer. Experimentamos y empezó a salir algo que nos sorprendió y nos
gustaba. Después hicimos Capitalismo foráneo y empezamos a entrar al mundo argentino.
swissinfo.ch: ¿De qué modo?
C.M.: Conociendo la realidad argentina. Escuchando
tango tradicional (Troilo, Salgán, Pugliese y todo desde los años 20 y
30 hasta Piazzola). Y conociendo la historia argentina. También nos
interesamos en todo lo que pasó en la dictadura. En Argentina hay mucho
de la mitología, con el tango, con Gardel, Evita, Maradona… Y eso es muy
interesante desde el punto de vista posmoderno. Nos gusta llevar cosas
del pasado al presente o al futuro…
swissinfo.ch: ¿Es un reciclaje, una transformación, una conversión…?
C.M.: Creo que es más una conversión. Sobre todo
porque no quisimos hacer reciclaje y por eso fue muy importante empezar a
componer rápidamente.
swissinfo.ch: ¿Cuál es el distintivo de su música electrónica?
C.M.: Es un poco difícil definirlo. Es una música con
inspiración, para el baile y también para la cabeza. Hay muchos niveles
de lectura en lo que hacemos. No es una música primaria.
swissinfo.ch: ¿Cómo llamaría a esto que vienen creando en París?
C.M.: Es un nuevo tipo de tango. París es la segunda
capital del tango y tiene una relación histórica muy fuerte con Buenos
Aires. Piazzola también se fue a estudiar con Nadia Boulanger a París.
No es una casualidad que Gotan Project haya nacido en la capital
francesa, porque hay toda una banda de músicos exiliados argentinos que
trabajan con nosotros.
swissinfo.ch: Es predecible que se junten un francés y un argentino para hacer tango. Pero que se unan a un suizo es raro…
C.M.: Sí, es medio raro (se ríe con ganas). Lo que
pasa es que cuando empecé era como un ‘purista’ de la música
electrónica. Y después me interesaba cada vez más la otra música, lo que
se llama la world music. Y me gustaba juntar la música tradicional, que es muy física, con su contraste, que es la electrónica, repetitiva.
swissinfo.ch: ¿Cómo ve el tango?
C.M.: Como si fuera una mujer. El tango es como una atracción fatal que no te deja fácilmente.
swissinfo.ch: ¿Se siente profeta en su tierra?
C.M.: En Suiza la gente no me conoce tanto. Conoce a
Gotan Project, su sonido. No nos ponemos por delante de la música; hasta
las fotos son casi un disfraz sin serlo. Y muchas veces cuando tocamos
en Suiza la gente se sorprende de que haya un suizo en el grupo. Es como
que no encaja… (risas)
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